¡El aborto seguro es un derecho humano!

El aborto seguro es un derecho humano

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Hoy, 10 de diciembre, es el Día de los Derechos Humanos. Conmemoramos el día en que la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1948. El primer artículo de este documento establece que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” [1], pero casi 70 años después, las mujeres siguen luchando por ese reconocimiento.

safe2choose trabaja esmeradamente para brindar acceso al aborto seguro mundialmente, porque sabemos que cuando a una mujer se le niega el derecho de tomar decisiones sobre su propia vida, varios derechos fundamentales, protegidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros acuerdos internacionales, son amenazados y violados. El aborto seguro es un derecho humano

La falta de acceso a aborto seguro lastima a las mujeres en todo el mundo, poniendo en peligro su derecho a la vida y a la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año, 47, 000 mujeres mueren como resultado de abortos inseguros y 8 millones sufren varios tipos de complicaciones. Las leyes que restringen o prohíben el aborto no han logrado que las mujeres dejen de abortar; sólo las han obligado a arriesgar sus vidas en manos de gente poco calificada que emplea técnicas inseguras, o a autoinducirse el aborto con métodos peligrosos.

La Salud es definida por la OMS como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” [2] Cuando un embarazo no es deseado, su continuación puede perjudicar tremendamente la tranquilidad física y emocional de la mujer. Un embarazo es un evento que cambia la vida completamente. Afecta el cuerpo, la mente y la vida de la persona embarazada. Sólo quien está viviendo el embarazo puede y debe tomar la decisión de continuar o no con él. Para asegurar que las mujeres realmente alcancen el más alto estándar de salud física y mental, el acceso al aborto seguro es primordial.

Como forzar a una mujer a seguir con un embarazo no deseado es contrario a su voluntad, salud y prosperidad, negar el acceso a servicios de aborto constituye una violación al derecho a no ser sometida a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Ignorar los deseos de una mujer sobre su propia vida y cuerpo e impedirle actuar de acuerdo a ellos, es deshumanizarla. Las obligaciones legales para continuar un embarazo, comprometen su salud emocional y física, o la ponen en riesgo cuando opta por procedimientos nocivos e inseguros.

La imposición de continuar con un embarazo no deseado constituye una intrusión en el cuerpo de la mujer, así como una violación a su integridad corporal y sus derechos a la seguridad personal, libertad y privacidad. En países donde el aborto es criminalizado, buscar atención médica puede poner a las mujeres en la cárcel y ser castigadas por un asunto personal y privado de salud. Decidir sobre nuestra sexualidad y tener o no criaturas es de hecho, un asunto privado y un derecho humano. Interferir en una decisión tan personal, o amenazar a las mujeres legalmente, es negarles el ejercicio de sus derechos humanos.

Finalmente, las mujeres que no pueden acceder a servicios de aborto seguro son también incapaces de disfrutar los beneficios del progreso científico. Como seres humanos, las mujeres tienen el derecho de provechar todas las tecnologías médicas para alcanzar el mejor estado de salud posible. Este es un derecho particularmente importante donde el procedimiento es ilegal porque el aborto con medicamentos puede mejorar sustancialmente el acceso a tratamientos seguros y reducir la incidencia de abortos inseguros y sus consecuencias.

Resulta claro que las leyes restrictivas sobre aborto lastiman a las mujeres y contribuyen a la violencia de género y la discriminación. Estas leyes tienen el propósito y el efecto de menoscabar y anular el reconocimiento, goce y ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales.[3] Las barreras al aborto seguro violan nuestro derecho a la no discriminación y a la igualdad. Si todos somos iguales y poseedores de los mismos derechos, negarnos el acceso a un procedimiento médico como el aborto es una forma de discriminación en contra de las mujeres porque sólo las personas con útero lo necesitan.

Las mujeres jóvenes, rurales y de escasos recursos se encuentran en mayor riesgo de sufrir complicaciones después de un aborto inseguro, cuando su derecho al aborto les es negado. Al desatender esto, los gobiernos y la sociedad perpetúan y acentúan las desigualdades y la injusticia social y económica. Es imperativo que todas las mujeres sean reconocidas como seres humanos completos, merecedoras de todos los derechos humanos, porque éstos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Prohibir o impedir el ejercicio de un derecho sexual y reproductivo, es negar otros derechos humanos también. Si reconocemos que los derechos de las mujeres son derechos humanos, no podemos seguir socavado su derecho al aborto, porque estaríamos despreciando su humanidad misma.

safe2choose sabe que las mujeres son buenas tomadoras de decisiones. Confiamos en su capacidad para decidir sobre sus cuerpos, su salud y su vida. Aunque sus legisladores locales no lo hagan, estaremos aquí para apoyar su derecho al aborto seguro.

Por Bárbara Hernández – activista feminista, apasionada de los derechos de las mujeres y la creación de conciencia sobre la salud mental. Como consejera de safe2choose, Bárbara ayuda a las mujeres alrededor del mundo a acceder a información sobre aborto seguro.

 

[1] Declaración Universal de los Derechos Humanos, Artículo 1, 8 de Diciembre 2015, http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/index.html

[2] Constitución de la OMS: principios, 8 de Diciembre 2015, http://www.who.int/about/mission/es/

[3] Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, Artículo 1, 8 de Diciembre 2015, http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/text/sconvention.htm