En México, el aborto está restringido en términos generales. Esto significa que, aunque existe legislación al respecto, ésta difiere entre estados, dificultando el acceso a aborto seguro para las mujeres. Las leyes determinan la elegibilidad y la legalidad de cada aborto dependiendo de las circunstancias del embarazo. La variedad de leyes entre estados ha creado un sistema discriminatorio, con estigma e injusto social y económicamente que supedita el derecho al aborto a la geografía.
Las leyes de México establecen el camino a seguir para tener un aborto legal. Peligro de muerte de la mujer, inseminación artificial no consentida, malformación fetal y “embarazos riesgosos”, están consideradas como bases legales para terminar un embarazo en algunos estados. Sólo dos estados en México, Yucatán y Michoacán, contemplan la situación económica precaria como razón legal para abortar. El aborto por violación está permitido en todo el país. La Ciudad de México es el único lugar del país donde el aborto se puede realizar por voluntad de la mujer de forma gratuita durante el primer trimestre de embarazo. [1]
A pesar de estas regulaciones, las mujeres encuentran varias barreras cuando quieren acceder al aborto legal en sus estados y no son informadas sobre su derecho a interrumpir el embarazo. Además, dentro de los sistemas de salud y de justicia, existe mucha desinformación sobre los procedimientos, leyes y requisitos. Sin embargo, la Norma Oficial Mexicana 046, o NOM-046, que contiene los criterios para la prevención y atención a la violencia familiar, sexual y contra las mujeres, fue reformada el mes pasado para eliminar el requisito de autorización judicial para acceder a un aborto legal en caso de violación. Con esta nueva reforma, mujeres y niñas de hasta 12 años de edad, ahora pueden solicitar la interrupción legal del embarazo en instituciones de salud públicas y privadas bajo protesta de decir verdad que el embarazo es producto de una violación.
Aunque tomará tiempo hacer de esta disposición legal una realidad en hospitales públicos y privados, esta modificación es un paso fundamental en la lucha por terminar el ciclo de violencia que inicia cuando las sobrevivientes son violentadas sexualmente. Esperamos que pronto, los prestadores de servicios de salud conozcan los procedimientos legales y estén entrenados para realizar abortos y dejen de negar el servicio con pretexto de ir contra sus creencias religiosas o morales, que no consideran el bienestar de la mujer ni sus derechos. [2]
Tras la despenalización del aborto durante las primeras doce semanas de embarazo en la Ciudad de México, diecisiete estados reformaron sus constituciones para que se protegiera la vida desde el momento de la “concepción”. La intención de estas reformas fue prevenir y obstruir la expansión de la despenalización a sus estados, y limitar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Esto también ha resultado en confusión y dudas entre los proveedores de servicios de salud y la policía, quienes tienen dificultad para comprenden las leyes y frecuentemente denuncian a mujeres bajo la sospecha de haberse realizado un aborto.
Aunque existen muchas barreras al aborto fuera de la Ciudad de México, esto no han impedido que las mujeres tengan abortos cuando no quieren continuar un embarazo. Sin embargo, éstos frecuentemente son inseguros, y en algunos casos, fatales. Esto es porque los procedimientos que se realizan fuera de instalaciones médicas, a menudo por personas poco preparadas, no tienen estándares médicos. Además, algunas mujeres intentan inducirse abortos con métodos inseguros, con un alto riesgo de sufrir consecuencias para su salud a corto y largo plazo. En 2009, 36% de las mexicanas que tuvieron un aborto inseguro desarrollaron complicaciones que requirieron tratamiento, y 25% de aquellas que experimentaron complicaciones no obtuvieron la atención médica necesaria, lo que las hizo especialmente vulnerables a sufrir consecuencias debilitantes para su salud. [3]
Restringir el acceso al aborto impacta desproporcionadamente a mujeres pobres, marginadas e indígenas. Esto es porque no son informadas sobre sus derechos humanos básicos, ni tienen los medios para viajar a la Ciudad de México para recibir tratamiento médico. Es más, estás mujeres están en mayor riesgo de ser engañadas por gente incapaz, poco profesional y ética que podría dañar su salud seriamente. Otras son forzadas a llevar a término el embarazo a pesar del riesgo que éste puede tener para su salud física o mental, así como su bienestar social y/o económico. Lo que es más importante, forzar a las mujeres a continuar un embarazo no deseado es una violación total a sus deseos de no permanecer embarazada o no convertirse en madre.
Resulta evidentemente injusto y discriminatorio obligar a una mujer a escoger entre recurrir a métodos inseguros, o viajar por horas para tener un procedimiento médico que debería recibir en su localidad. Las disparidad en las leyes reproduce y perpetua injusticia social y económica porque no todas las mujeres cuentan con los recursos para viajar, tienen tiempo para hacerlo, o pueden alejarse de sus familias. Desde la despenalización del aborto, entre Abril de 2007 y Mayo de 20015, sólo el 3.3% de los abortos realizados en la Ciudad de México fueron de mujeres de otros estados.[4] Estos números sugieren que hay una gran necesidad de que los legisladores locales reformen la ley actual para cuidar y proteger la vida y los derechos de las mujeres.
La lucha por el aborto legal y seguro debe continuar hasta que los derechos de las mujeres sean cumplidos y protegidos por los 31 estados de México. No obstante, las mujeres no pueden seguir esperando a que sus autoridades realicen los cambios que urgentemente necesitan. En un país donde se estima que el 54% de los embarazos no planeados terminan en abortos inducidos,[5] es esencial contar con opciones seguras y convenientes. En safe2choose, nuestro objetivo es brindar información y pastillas abortivas seguras para reducir la incidencia de abortos inseguros, especialmente en lugares donde el acceso es limitado. Sabemos que las mujeres abortan por varias razones. Sin importar la razón, estamos comprometidas a hacer al aborto con medicamentos más accesible, seguro y socialmente aceptado para que las mujeres que quieran terminar un embarazo con nosotras, estén realmente seguras al decidir.
[1] “Aborto Legal y Seguro. Ampliación de causales de aborto” en Niñas y Mujeres sin Justicia: México Hoy, 16 Diciembre 2015, http://informe2015.gire.org.mx/#/ampliacion-causales-aborto
[2] “Aborto Legal y Seguro. Acceso a causales de aborto legal” en Niñas y Mujeres…, 16 Diciembre 2015, http://informe2015.gire.org.mx/#/acceso-causales-aborto-legal
[3] Fátima Juárez et al., Embarazo no planeado y aborto inducido en México: causas y consecuencias, Nueva York: Guttmacher Institute, 2013, Archivo PDF, p. 5, 16 Diciembre 2015, https://www.guttmacher.org/pubs/Embarazo-no-deseado-Mexico.pdf
[4] “Aborto Legal y Seguro. Despenalización del aborto” in Niñas y Mujeres…, 16 Diciembre 2015, http://informe2015.gire.org.mx/#/despenalizacion-aborto
[5] Fátima Juárez et al., p. 4.