Por Belinda Munyeza.
Normalicemos los abortos porque seamos realistas, muchas personas se hacen más de uno
En 2007, el Guttmacher Policy Review publicó un informe que indica que aproximadamente la mitad de todas las mujeres que se someten a un aborto en los Estados Unidos (EE.UU.) han tenido uno antes [1]. En 2017, una década después, el instituto publicó un informe actualizado (basado en un estudio de 2014) que indicaba que el 45% de las pacientes de aborto en los Estados Unidos habían tenido uno o más abortos previos [2]. De estos informes se desprende claramente que los abortos múltiples no ocurren de manera excepcional entre las mujeres que buscan este servicio. Lo que es poco común, sin embargo, es el conocimiento del público sobre estas estadísticas.
Existe un gran estigma social en todo el mundo hacia las mujeres que se han realizado un aborto, ni hablar de las que han recurrido a múltiples. Esto ha resultado en una falta de conversaciones informativas en muchas comunidades, que podrían arrojar luz sobre la existencia de múltiples abortos y normalizar la experiencia.
En un artículo del Rewire News Group (2017), se entrevistó sobre sus experiencias a algunas mujeres en los EE.UU. que habían tenido múltiples abortos. Todas compartían el sentimiento de temor por el prejuicio que enfrentarían en sus comunidades si alguien se enterara. Esto llevó a estas mujeres a buscar servicios de aborto con mucho más secretismo que la primera vez [3], una conducta que las mujeres de otras partes del mundo también sienten que deben tomar.
El African Journal of Reproductive Health (2013) informó que un estudio de 2002 sobre incidencias de abortos repetidos en África encontró que en Zimbabwe, hubo una incidencia de 2.5% -5.3% de abortos repetidos entre los abortos registrados durante el año [4]. Si bien las estadísticas más recientes sobre abortos repetidos en Zimbabwe no son fáciles de acceder, Plos One (2018) informó que en 2016, el 40% de los embarazos en Zimbabwe no fueron planeados y el 25% de ellos fueron interrumpidos [5]. Sin embargo, debido al estigma social y las restricciones legales en el país, muchos de estos abortos fueron clandestinos y las mujeres sintieron que no podían hablar abiertamente sobre sus experiencias.
En Sudáfrica, aunque las estadísticas sobre abortos repetidos no son definitivas, un estudio de 2005 de BJOG: una Revista Internacional de Obstetricia y Ginecología, afirmó que las tasas de mujeres que buscaban abortos clandestinos y a menudo inseguros, eran muy altas [6]. Esto fue a pesar de que el aborto es legal en el país. El estudio encontró que de las mujeres encuestadas, el 15% eligió este método de aborto porque desconocían que era legal. Sin embargo, el 17% era consciente de eso, pero temía el estigma que potencialmente podría enfrentar al buscar servicios de aborto en un centro de salud establecido, por lo que eligieron la opción de la clandestinidad.
Otras estadísticas han demostrado que, si bien todavía existe un estigma social en torno a los abortos en el país, esto no ha dado lugar a una reducción de las tasas de aborto, sino que ha tenido como resultado que la tasa de abortos clandestinos se mantenga alta. Un informe de 2016 de HEARD estimó que el 50% de los abortos en Sudáfrica se realizaron fuera de los centros de atención médica designados [7]. Parece que las mujeres que buscan abortos en el país están significativamente influenciadas por el estigma social. Si bien este estigma no les ha impedido buscar los servicios, ha reducido significativamente la calidad del servicio y el apoyo que probablemente recibirán.
De manera similar, en 2019 The Independent informó que el 67% de las mujeres en el Reino Unido sintieron la necesidad de ocultar su aborto a sus familias, en caso de que tuvieran uno, debido al estigma que enfrentarían [8]. Además, solo el 34% de las mujeres en esta encuesta dijeron que se sentirían cómodas hablando con sus amigos acerca de hacerse un aborto. El aborto todavía se trata como una anomalía en el Reino Unido, a pesar de que una de cada tres mujeres en el Reino Unido recurre a al menos un aborto en su vida [8]. Más aún, en 2011, el Departamento de Salud del Reino Unido reportó que el 34% de los abortos realizados en Inglaterra y Gales eran abortos repetidos, un número que iba en aumento [9].
No hace falta decir que si las mujeres que no han tenido un aborto sienten este abrumador miedo al estigma, las mujeres que han recurrido a múltiples abortos probablemente lo teman aún más y es poco probable que revelen sus abortos a sus comunidades. Esto a menudo puede llevarlas a buscar servicios inseguros, por temor a ser juzgadas en las instalaciones oficiales. Pero, ¿cómo nos deshacemos de este estigma que rodea a los abortos, especialmente cuando se los busca más de una vez?
Abortos en plural
El primer paso para desestigmatizar los abortos y mejorar el apoyo a las mujeres que se los practican, es hablar de ellos en plural. La falta de conversaciones abiertas sobre los abortos no es el único factor que alimenta el estigma social. Hablar sobre el aborto en singular es otro factor que hace que las mujeres que han tenido múltiples abortos sientan que su experiencia es una anomalía. Esto sólo puede resultar en que aquellas mujeres que se someten a múltiples abortos o que lo han considerado, sientan aún más vergüenza y estigma. Esto hace menos probable que compartan su experiencia con otras personas o utilicen servicios seguros si están disponibles en sus respectivas ubicaciones.
Además, hablar de abortos en singular hace que el público en general no sea consciente de los diversos factores que aumentan la probabilidad y la frecuencia de embarazos no deseados en las mujeres. Por ejemplo, según un informe del 2005 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), factores como el racismo han llevado a que las mujeres negras reciban atención médica de peor calidad. Debido a esto, las herramientas de salud reproductiva, como los anticonceptivos eficaces, son más inaccesibles para las mujeres negras [10]. El racismo médico ha seguido siendo un problema en los Estados Unidos desde entonces, lo que puede explicar por qué el informe del Instituto Guttmacher de 2017 encontró que el 54% de las mujeres negras pacientes de aborto habían tenido uno o más abortos previos, una cifra que está por encima del promedio del 45% para todas las pacientes de aborto, independientemente de su raza [2].
Otros factores que aumentan la probabilidad de que las mujeres tengan embarazos no deseados y abortos repetidos, según BMC Public Health (2015), son la pobreza y las relaciones abusivas (entre otros). El estudio encontró que las mujeres que no pueden pagar anticonceptivos debido a la pobreza, y las mujeres que están en relaciones abusivas en las que no desean tener hijos, corren un alto riesgo de múltiples embarazos no deseados y abortos [11]. Estos factores eran comunes en varios países del mundo, desde Kenia hasta Canadá.
Como muestran estos hallazgos, el aborto es una experiencia compleja para las mujeres. En general, existe una falta global de comprensión y empatía por las experiencias difíciles que atraviesan las mujeres con su salud reproductiva. El mundo tiende a avergonzar a las mujeres que se hacen abortos y compra la narrativa de que estas mujeres son simplemente descuidadas. Y aunque las mujeres no deberían tener que justificar un aborto, hablar de ellos en plural puede ayudar a las personas a reconocer y a ser educadas sobre la compleja experiencia que realmente es acceder a un aborto. Esto podría llevar a que se brinde más apoyo a las mujeres que lo buscan y que se tomen más acciones públicas para cambiar los factores que obligan a algunas mujeres a tener múltiples abortos.
Los abortos son una experiencia común, independientemente de si lo percibimos o no. Es más, los abortos múltiples son incluso más comunes de lo que la persona promedio cree que son. Normalizar el aborto y hablar de él en plural es la mejor manera de asegurarse de que las mujeres que lo realizan reciban apoyo y de que se mejore la calidad de la atención de salud reproductiva de todas las mujeres a nivel mundial.
[1] Cohen, S. A. “Repeat Abortion, Repeat Unintended Pregnancy, Repeated and Misguided Government Policies A Model for a Bilingual University.” Guttmacher Policy Review. 2007, vol. 10, no. 2, www.guttmacher.org/gpr/2007/05/repeat-abortion-repeat-unintended-pregnancy-repeated-and-misguided-government-policies. Accessed January 2021.
[2] Ingerick A, et al. “Repeat Abortion, Which Abortion Patients Have Had a Prior Abortion? Findings from the 2014 U.S. Abortion Patient Survey.” Guttmacher Institute Journal of Women’s Health, 2017, vol. 10, no. 2, www.guttmacher.org/article/2017/08/which-abortion-patients-have-had-prior-abortion-findings-2014-us-abortion-patient. Accessed January 2021.
[3] “People Have Multiple Abortions–And Stigmatizing Them is Counterproductive.” Rewire News Group, 2017, rewirenewsgroup.com/article/2017/09/13/people-multiple-abortions-stigmatizing-counterproductive/. Accessed January 2021.
[4] Prata, N, et al. “Contraceptive Use Among Women Seeking Repeat Abortion in Addis Ababa, Ethiopia.” African Journal of Reproductive Health, December 2013, vol. 17, no. 4, tspace.library.utoronto.ca/bitstream/1807/61908/1/rh13056.pdf. Accessed January 2021.
[5] Sully, E.A, et al. “Abortion in Zimbabwe: A national study of the incidence of induced abortion, unintended pregnancy and post-abortion care in 2016.” PLOS ONE, vol. 13, no. 10, doi.org/10.1371/journal.pone.0205239. Accessed January 2021.
[6] Jewkes, R.K, et al. “Why are women still aborting outside designated facilities in metropolitan South Africa?” BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, vol. 112, pp. 1236-1242, doi.org/10.1111/j.1471-0528.2005.00697.x. Accessed January 2021.
[7] “Country Factsheet: Unsafe abortion in South Africa.” HEARD, www.heard.org.za/wp-content/uploads/2016/06/south-africa-country-factsheet-abortion-20161.pdf. Accessed January 2021.
[8] “Most Women Would not tell Their Family About Abortion, Survey Finds.” Independent, 2019, https://www.independent.co.uk/life-style/women/abortion-women-tell-family-friends-survey-marie-stopes-a9185946.html. Accessed January 2021.
[9] http://www.dh.gov.uk/en/Publicationsandstatistics/Publications/PublicationsStatistics/DH_126769
[10] “Health disparities experienced by black or African Americans – United States.” CDC, 2005, https://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm5401a1.htm. Accessed January 2021.
[11] Maina, B, et al. “Factors associated with repeat induced abortion in Kenya.” BMC Public Health, vol. 15, doi: 10.1186/s12889-015-2400-3 www.researchgate.net/publication/282798410_Factors_associated_with_repeat_induced_abortion_in_Kenya. Accessed January 2020.