Cómo las restricciones de aborto afectan a las personas de manera desproporcionada

Ciertas restricciones al aborto, por lo general, por las palabras de quienes las apoyan, se han establecido en todo el mundo para “salvar vidas”. 24 países a nivel mundial adoptan una prohibición total de aborto sin excepciones a esta regla, ni siquiera cuando la vida de una mujer embarazada está en riesgo, mientras que 41 países permiten el aborto solo en caso de que la salud de la embarazada corra riesgo [1]. Varios estudios han demostrado a lo largo del tiempo la correlación entre las leyes restrictivas de aborto y la mala salud materna e infantil [2]. Por lo tanto, esta intención de “salvar vidas” no solo no tiene credibilidad, sino que los resultados de la ley restrictiva del aborto son en realidad todo lo contrario.

Además, las leyes restrictivas de aborto no tienen el efecto integral que sus partidarios tan a menudo esperan. La mayor parte del daño recae en la población desfavorecida, en su mayoría las mujeres, en su mayoría las de color y las que se encuentran en la franja de ingresos más bajos [3]. Evidentemente, echemos un vistazo a los Estados Unidos, donde a los 50 estados se les permitió más libertad para promulgar leyes restrictivas de aborto después del fallo de la corte suprema sobre Dobbs v. Jackson’s Women’s Health Organization.

Cosecharon lo que no sembraron: ¿Quiénes están en mayor riesgo de las leyes restrictivas del aborto?

Las prohibiciones de aborto afectan a todos, eso es cierto, pero es especialmente devastador para aquellos que carecen de acceso al aborto seguro y legal. Esas barreras pueden ser financieras, sociales, ambientales e incluso políticas. Las comunidades negras, latinas, indígenas, personas con discapacidades y personas LGBTQ enfrentan riesgos mucho mayores de estas prohibiciones del aborto que aquellos con los medios para viajar fuera de los estados contra el aborto, y aquellos que enfrentan menos escrutinio cuando reciben servicios de salud. De hecho, un estudio indica que las personas a las que se les niega el aborto tienen casi cuatro veces más probabilidades de vivir por debajo del umbral de pobreza que aquellas que pudieron acceder a un aborto deseado [3]. Y entre los de hogares de bajos ingresos, es más probable que sean personas de color [4]. Eso significa que tal vez no tengan los medios para viajar fuera de los estados para obtener un aborto, para obtener la atención post-aborto que necesitan, ni tienen los recursos para llevar a un hijo a término ni criarlo. Este triple dilema pone a estas minorías en un círculo de sufrimiento y, por lo tanto, podrían recurrir al aborto inseguro.

Sin embargo, el número de personas que enfrentan esta difícil situación no es una población pequeña o insignificante. Del total de 50 estados, 26 estados están seguros o es altamente probable que prohíban el aborto. El nuevo análisis de la Asociación Nacional para Mujeres y Familias muestra que de las 36 millones de mujeres en edad reproductiva que viven en estos estados:

• 14,8 millones de mujeres de color en edad reproductiva viven en estos 26 estados
• 2,8 millones son mujeres con discapacidades
• 12,6 millones son mujeres con inseguridad económica
• 15,8 millones son madres con hijos menores de 18 años en casa

Sin mencionar que los 1.3 millones de personas transgénero y 1.2 millones de personas LGBTQ no binarias en los Estados Unidos se verán profundamente afectadas también [5].

El hecho de que muchas personas de color reporten haber sido tratadas en una experiencia de atención médica diferente por proveedores individuales, como los proveedores que son desdeñosos y desatentos de las condiciones de salud, conduce a la desconfianza médica [4]. Esto, junto con la falta de acceso en los estados restrictivos del aborto, hace que la situación sea aún más angustiosa.

Políticas vigentes que complican aún más el asunto

Algunos pueden tratar de argumentar que los grupos desfavorecidos antes mencionados que viven bajo la línea de pobreza podrían ser auxiliados con Medicaid y seguro de salud y beneficios de embarazo en el lugar de trabajo. Sin embargo, las cosas no son tan fáciles como parecen.

Las personas de color entre las edades de 18 a 49 años enfrentan mayores barreras para acceder a la atención médica en general en comparación con sus contrapartes blancas [4]. TTambién es más probable que Medicaid cubra la cobertura, para la cual la Enmienda Hyde, una enmienda que se ha aprobado todos los años desde 1976, ha restringido la cobertura del aborto, excepto en circunstancias muy pequeñas [4]. Las personas de color e inmigrantes, especialmente las personas negras y latinx, tienen menos probabilidades de recibir beneficios de embarazo, ya que generalmente trabajan en lugares donde a menudo se les niega alojamiento durante el embarazo, como empleos en comercios minoristas, servicios de alimentos y empleos de atención médica [3]. También es más probable que trabajen en servicios físicamente exigentes, lo que aumenta el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer [3].

Otras leyes como las Leyes de Participación Parental crean barreras para de aborto para los menores, ya que requieren que los menores reciban el consentimiento de sus padres o les informen de su decisión de someterse a un aborto. Esta ley ha atestiguado un aumento en las tasas de natalidad de adolescentes y los viajes fuera del estado para el aborto. También se ha asociado con menores probabilidades de completar la escuela secundaria para las personas negras, ya que es más probable que lleven al niño a término [6].

Otra de esas leyes es el proyecto de ley 2 (HB2) de la Cámara de Representantes de Texas, que prohíbe el aborto a las 20 semanas después de la fecundación y requiere que los médicos que practican el aborto tengan privilegios de admisión (un derecho otorgado a un médico para admitir a un paciente en un hospital) y no todos los médicos tienen este privilegio en un hospital cercano, lo que disminuye el número de médicos que puedan realizar abortos [6].

Conclusión

Para hacer eco de nuestro sentimiento inicial, parece claro que las leyes restrictivas del aborto hacen mucho más daño que bien. Pero ante todo eso, es una grave injusticia para los derechos de las mujeres, los derechos humanos, así como los derechos y el bienestar de los niños, porque los niños nacidos como resultado de un embarazo no deseado se ven muy afectados. Las leyes restrictivas del aborto afectan a todos, sin importar si son jóvenes o ancianos, ricos o pobres, blancos o personas de color, pero para aquellos que están desfavorecidos y marginados, están y serán sometidos a un círculo vicioso de pobreza y opresión.