El próximo 31 de enero, será un año desde que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, presentó el proyecto de ley ante el Congreso para permitir el aborto cuando la vida de la madre está en riesgo, hay malformación genética o hereditaria incompatible con la vida, o cuando el embarazo es producto de una violación.
Después de casi doce meses, la propuesta sigue esperando a ser aprobada. Mientras tanto, las mujeres chilenas siguen poniendo sus vidas en riesgo con embarazos poco saludables o no deseados, o con abortos inseguros en un país que tiene prohibición absoluta para el procedimiento.
Esta ley cruel y draconiana fue aprobada en 1989, durante el régimen de Augusto Pinochet, y a pesar de los doce intentos para derogarla, el Congreso ha votado repetidamente en su favor a través de los años. Bajo esta norma, el aborto es un crimen sin importar las circunstancias.
La prohibición establece que cualquier persona involucrada en un aborto inducido, incluyendo a profesionales de la salud, puede enfrentar hasta cinco años en prisión. El Código Procesal Penal también determina que los profesionales de la salud tienen la obligación de acusar a las mujeres de quien sospechen haberse inducido un aborto. Este requisito ha creado un clima de miedo, dudas y confusión entre los proveedores, quienes, cuando una mujer acude a ellos buscando atención médica después de un aborto inseguro o espontáneo, llaman a la policía.
De acuerdo con datos de la Fiscalía Nacional de Chile, solo en 2014, 113 mujeres fueron investigadas por “abortos voluntarios”, pero la mayoría no es condenada a prisión. En la actualidad, hay aproximadamente diez personas en custodia acusadas o imputadas por el crimen de aborto.[1]
Sin embargo, Miles, una organización no-gubernamental que apoya el proyecto, estima que entre 2010 y 2014, 497 mujeres y hombres fueron acusados y 73 fueron sentenciados.[2] La realidad es que a las chilenas que deciden tener un aborto en el extranjero o en su propio país, se les niegan sus derechos humanos y tienen que vivir con las consecuencias de una ley injusta, estigma, abortos inseguros y criminalización.
Es difícil estimar con exactitud el número de abortos que se realizan cada año en Chile porque todos ellos son clandestinos e ilegales y no son reportados. El Ministerio de Salud considera que más de 33,000 mujeres son admitidas en hospitales por causas relacionadas con abortos inseguros cada año. Más del 10% (3,600) son niñas y adolescentes entre 10 y 19 años. No obstante, otras estimaciones ponen la cifra entre 60,000 y 70,000, e incluso tan alta como 160,000 abortos anuales.[3]
Si hay aproximadamente 90 abortos al día, como las cifras más conservadoras indican, resulta imperativo cambiar la ley para mantener al menos, los estándares mínimos de derechos humanos. Las mujeres chilenas necesitan una ley que garantice el acceso al aborto legal y seguro en los casos en que el embarazo ponga en riesgo su salud o vida, sea producto de una violación o el feto no sea viable. Aun más, ellas no deben ser amenazadas, intimidadas o perseguidas cuando buscan atención médica por complicaciones derivadas de abortos inseguros o espontáneos, porque esa es una violación de sus derechos fundamentales.
Estamos conscientes de que las chilenas necesitan la abolición total de la ley más que una reforma, pero también creemos que si el Congreso aprueba el proyecto, Chile será una lugar mejor para todas sus mujeres porque habrá una restricción patriarcal menos. La propuesta de ley no cubrirá la mayoría de los abortos, pero con suerte, en algún tiempo, servirá de base para otras reformas que finalmente permitan el aborto en toda circunstancia.
safe2choose apoya a las mujeres de Chile en su lucha por el reconocimiento de sus derechos humanos y desea que la ley sea aprobada muy pronto. Queremos un mundo en donde todas las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos y vidas libremente, es por eso que todos los días hacemos lo mejor que podemos para ser una alternativa para las mujeres cuando sus gobiernos les dan la espalda.
Por Bárbara Hernández – activista feminista, apasionada de los derechos de las mujeres y la creación de conciencia sobre la salud mental. Como consejera de safe2choose, Bárbara ayuda a las mujeres alrededor del mundo a acceder a información sobre aborto seguro.
Para más información sobre aborto seguro, visita www.safe2choose.org/es/
[1] Amnistía Internacional, Chile no protege a las mujeres: La criminalización del aborto viola los Derechos Humanos, Junio 2015, Documento PDF, 14 Enero 2016, p. 4. http://amnistia.cl/web/wp-content/uploads/2015/08/informe_chile-no-protege-a-las-mujeres.pdf
[2] “Argumentos para la discusión sobre la interrupción legal del embarazo” en Miles por los Derechos Sexuales y Reproductivos, 20 December 2015, http://mileschile.cl/?page_id=1626
[3] Amnistía Internacional, p. 9.